Cien investigadores compartieron en La Plata estudios sobre esos ecosistemas y pusieron como un ejemplo de la gravedad de su deterioro la cuenca del arroyo del Gato. Consecuencias en las inundaciones y sequías
6 de Enero de 2018 | 01:34 | Publicado en Edición Impresa
Un humedal es una zona de la superficie terrestre que está temporal o permanentemente inundada, regulada por factores climáticos y en constante interrelación con los seres vivos que la habitan”.
La definición según el Convenio de Ramsar (Irán, 2 de febrero de 1971) está siendo pisoteada día a día, con el efecto que ello provoca sobre la calidad de vida. Cien científicos lo advirtieron hace unos días, durante un encuentro realizado en La Plata. Y tres ejemplos que pusieron sobre el “creciente deterioro y destrucción” de estos “ecosistemas acuáticos y sus consecuencias ambientales” fueron “la cuenca del Río Luján, del Río Salado y del arroyo del Gato”.
“Los bañados de desborde de ríos y arroyos son terrenos bajos e inundables asociados al curso de agua principal, capaces de acumular y retener agua durante eventos de excesos hídricos (inundaciones). Constituyen uno de los distintos tipos de humedales, junto con los pantanos, ciénagas, marismas y otros ecosistemas, que ofrecen invalorables beneficios a las sociedades. Realizan una contribución fundamental a la salud y el bienestar humano”, explicaron a este diario la directora del Instituto de Limnología “Dr. Raúl A. Ringuelet” (Conicet-UNLP), Nora Gómez, y el investigador principal de ese centro, Alberto Rodrígues Capítulo, al presentar tiempo atrás los resultados de un estudio que demostró que el bañado de la cuenca alta del arroyo del Gato, en Abasto, está “al límite” a raíz de la creciente y cercana presencia de invernáculos. La cuenca media ya está complicada y la baja, en terapia intensiva (ver infografía).
ALERTA ROJA
Fue precisamente en el Instituto “Ringuelet” donde un centenar de científicos mostraron su profunda preocupación por la creciente “reducción y destrucción de los humedales en la llanura pampeana y sus consecuencias en las inundaciones y sequías”, en base a las conclusiones de diferentes trabajos.
En el reciente “Congreso de ecología y manejo de ecosistemas acuáticos pampeanos”, especialistas en el manejo de humedales presentaron los resultados de diferentes estudios que demuestran que “el inapropiado manejo de los suelos y de los cuerpos de agua ha conducido a secar humedales y aumentar la contaminación”. Entre las principales causas se señaló “el avance de las urbanizaciones sobre los humedales y el incremento en el uso de fertilizantes y pesticidas”.
La fuerte alteración de los cursos de agua acentuará los riesgos ambientales en el corto plazo
En tal sentido, como se indicó, se señalaron los casos de la cuenca del Río Luján, del Río Salado y del arroyo del Gato como algunos ejemplos de una “creciente alteración de los cursos agua a través de canalizaciones, rectificaciones, desvinculación con el valle aluvial (valle de inundación de un curso de agua) y con el agua subterránea, e incluso la disposición de sedimentos sin un claro criterio que respete el funcionamiento de dichos cursos de agua. Estas situaciones conducen a soluciones a corto plazo pero, en realidad, acentuarán los problemas en un tiempo no muy lejano”, enfatizaron.
FERTILIZANTES
A lo largo del encuentro también se alertó acerca de “las consecuencias que está teniendo el manejo inadecuado de fertilizantes, que ha llevado a que aumentaran significativamente las concentraciones de fósforo en los últimos 10 años”.
Describieron: “Ese elemento, al llegar a ríos, arroyos, lagunas, e inclusive al sector costero del río de La Plata, aumenta la producción excesiva de plantas acuáticas o algas, promoviendo consecuencias negativas en los recursos bióticos (los que brinda la naturaleza y se regeneran por la ley natural)”. Asimismo se expusieron resultados sobre los efectos del “intenso y poco regulado uso de pesticidas, debido al notable crecimiento de la actividad hortícola y el sostenido aumento de superficies cultivadas en valles aluviales”.
ESPECIES EN EXTINCIÓN
Los científicos expusieron, en otro tramo del encuentro, los resultados de estudios que evidenciaron claras consecuencias sobre la biodiversidad. “Un llamado de atención, ya que la desaparición de especies altera el funcionamiento equilibrado de los cursos de agua, disminuyendo los procesos de autodepuración y favoreciendo los de acumulación en la cadena trófica (cadena alimentaria) de compuestos contaminantes” (ver nota aparte).
Se enfatizó también sobre las consecuencias de la “sobreexplotación del agua subterránea y la destrucción de sitios de recarga por el avance de la urbanización, como es el caso de los barrios privados instalados en los valles aluviales o en bañados, a los cuales se los rellena para tal fin, aumentando la impermeabilización del suelo y contribuyendo así a la desconexión del agua superficial con el agua subterránea que naturalmente los alimenta”.
Se resaltó el rol de los reservorios naturales durante los eventos de inundación y, a la vez, se comentó sobre sus consecuencias durante los períodos de sequía, aumentando las condiciones de “estrés ambiental” y la “desaparición de especies vitales para mantener la biodiversidad y el funcionamiento” de ríos, canales y arroyos.
Fuente: DIARIO EL DÍA
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