Se acerca el 2 de febrero, día mundial de los humedales. Es una fecha que nos convoca al igual que otras que dan cuenta de la importancia y urgencia en el cuidado de nuestra fuente de vida, el agua. Pero el Día de los humedales, nos moviliza muy especialmente porque su preservación es el eje de nuestra lucha desde hace muchos años y la de muchísimas organizaciones ambientalistas y de la sociedad civil a lo largo de todo el país.
Lucha, en el sentido del esfuerzo continuado de todas las agrupaciones para dar cuenta por un lado de cómo la preservación, el conocimiento de los distintos tipos de humedales tienen íntima relación con nuestra vida diaria aunque no vivamos próximos a ellos .
Difundir y
compartir estos conocimientos con la ciudadanía para así ejercer nuestro
derecho a vivir en un ambiente sano y garantizar el acceso al agua potable,
suma voluntades que de otro modo tal vez
no llegarían a interiorizarse sobre el humedal, lugar ninguneado exprofeso por
parte del llamado " sector productivo".
Por eso y por el
otro lado, la lucha es contra quienes desde el poder político muchas veces,
empresarial y financiero hacen del uso del suelo y por ende de los humedales
que los incluyen el más espurio de los negociados que lleva a su destrucción, o sea borrarlos del mapa:
Elevación de los
terrenos antes inundables para construcción de barrios cerrados, lagunas dentro
de ellos que se alimentan de las napas de agua de nuestros acuíferos y por ende
también los contaminan, endicamientos como vimos en nuestro Delta para
extensión de la frontera agrícola ganadera, extracción de litio y otros
minerales y varios etc. más.
Las organizaciones
activamos varias movilizaciones al Congreso, con pancartas y oradores. Llevamos
nuestra voz, la alzamos podríamos decir, para que pueda ser escuchada y a
partir de allí compartida.
Lo mismo hacemos en el territorio, no medimos los decibeles porque el
espacio público motoriza las voces de todos y todas, las acopla y las transforma en consigna:
Basta de quemas!
Ley de Humedales ya!
Paren de Fumigarnos!
En San Nicolás, en Exaltación de la Cruz,
compañeros y compañeras son llevados presos por pedir que se cumpla la ley. Que
se proteja el ambiente, que no se fumigue sobre escuelas y centros urbanos, que
no se privatice el agua, que se garantice su acceso para toda la ciudadanía,
que paren los incendios intencionales y se castigue a quienes los generan.
¿Cuál es el tono de voz para seguir expresándolo? ¿Cuál el volumen
cuando se sigue contaminando (Ej: fumigaciones en Exaltación de la Cruz) se cambia el uso del suelo para ocupar
humedales ( Campana: Tajiber), se incumplen cautelares y el Estudio de Impacto
Ambiental ( Escobar: Naudir Delta).
Estos son solamente
un par de ejemplos entre cientos, todos ellos de fácil acceso en redes sociales
y notas periodísticas.
El 11 de Enero el
presidente de la Nación asistió en Exaltación de la Cruz, a la inauguración de
un hospital. En ese momento compañeros de Exaltación Salud quisieron desplegar
pancartas y expresar su enérgico rechazo a las fumigaciones con agrotóxicos en
la zona.
Como respuesta el
presidente de la Nación pidió hablar en voz baja, previo desalojo con la fuerza
pública de los manifestantes.
¿En voz baja?? Pero es que no tenemos nada que callar. Es que lo
venimos diciendo desde ya hace más de una década.
El avance sobre
humedales y la contaminación con agrotóxicos se consolidaron en los últimos
años, la pandemia tuvo olor a humo y las imágenes del fuego fueron en estos
años el acompañamiento diario. Justamente fueron los sectores del agronegocio
uno de los que más se opusieron a la Ley de Humedales.... y lo lograron porque
la ley está estancada en Diputados.
¿Con qué vocecita
lo hicieron?
Está claro que las voces de las organizaciones civiles y ambientalistas, la de quienes poblamos los territorios donde vivimos, trabajamos
y defendemos no entran tan fácilmente en el registro de muchos de entre los que nos gobiernan.
Ahora también suman
la persecución.
La lucha por el
cuidado del ambiente y del territorio es
una lucha por la soberanía. Se sostiene por principios constitucionales. Esa es
nuestra voz.
Quien quiera oir
que oiga.
Repudiamos la persecución policial a compañeros de Exaltación Salud.