INUNDACIONES EN LA CUENCA DEL RÍO LUJÁN
FRENTE A LA DESIDIA DE LOS GOBIERNOS, LA COMUNIDAD PROPONE SOLUCIONES REALES
Es la multiplicidad de factores lo que determina que un evento extraordinario derive en una tragedia. La falta de un sistema de alerta que permita anticipar acciones, la ausencia de un Plan de Contingencia que nos indique que debemos hacer frente a un evento extraordinario, la falta de regulación en el uso del suelo y por supuesto la falta de las obras de infraestructura; son elementos decisivos que combinados determinan que el evento extraordinario provoque una tragedia. Las imágenes desoladoras de la ciudad de Luján bajo el agua no resultan inéditas.
Hace pocos meses contemplábamos postales parecidas. La cuenca alta del río Luján, de características rurales, ha experimentado en la última década profundos cambios. El proceso de sojización de estas tierras determinó que los grandes productores construyeran canales clandestinos para rápidamente evacuar las aguas de lluvia hacia los cursos principales.
Esto determina que el agua de lluvia de la cuenca alta no quede retenida, llegando más rápido a la cuenca media donde se emplazan varios centros urbanos. Las tierras que en el pasado actuaban como retenes o reservorios naturales, hoy se encuentran sembradas con soja y atravesadas por canales artificiales clandestinos ejecutados sin ningún tipo de control por parte de los organismos provinciales y nacionales competentes.
Por otro lado en la cuenca media y baja, las llanuras de inundación y los humedales fueron progresivamente ocupados por desarrollos inmobiliarios suntuosos, generando el estrangulamiento y taponamiento de los cauces principales.
Es fundamental desarrollar un Plan Maestro Integral para la Cuenca del Río Luján que incorpore los diagnósticos, miradas y soluciones de los diferentes actores sociales involucrados. El 19 de noviembre del 2014 la Consultora Serman contratada por la Dirección Provincial de Saneamiento y Obras Hidráulicas presentó en Pilar el “Estudio Integral y Proyecto de Obras de Regulación y Saneamiento para el Rio Luján”. El proyecto no aborda integralmente la problemática, la solución propuesta no contempla alternativas que tiendan a preservar el ecosistema hídrico. Los registros de lluvia utilizados, en muchos casos, no se encuentran actualizados ni corresponden a estaciones meteorológicas ubicadas en la Cuenca. Además no se contemplan medidas de mitigación y adaptación al Cambio Climático.
A continuación se enumeran las PROPUESTAS discutidas, analizadas y consensuadas por organizaciones vecinales, ambientalistas y sociales junto abogados urbanistas/ambientalistas y a docentes universitarios de la Facultad de Ingeniería de la UBA.
- Detener los proyectos de urbanizaciones en humedales y planicies de inundación de la cuenca media y baja.
- Reforestar con especies nativas las zonas impactadas.
- Evaluar y desarrollar reservorios temporales en la Cuenca Alta.
- Evitar obras de infraestructura que generen estrangulamientos en las secciones transversales de los cursos.
- Eliminar los canales clandestinos.
- Proyectar y ejecutar un aliviador para el curso principal en la cuenca media que desvié parte de los caudales de crecida.
- Llevar adelante un Plan Sistemático de limpieza de zanjas y eliminación de endicamientos formados por ramas y basura a cargo de cooperativas vecinales.
- Desarrollar un Sistema de Alerta temprana para anticipar este tipo de eventos y adoptar las medidas necesarias para mitigar sus efectos. Informar correctamente a la población (aquí corresponde mencionar la responsabilidad que tienen los medios de comunicación). Habilitar centros de evacuación, habilitar números telefónicos gratuitos, portales de fácil acceso con información actualizada, etc. Para contar con sistemas de alerta confiables es preciso que los organismos responsables de medir y pronosticar dispongan de presupuesto y equipamiento adecuado.
- Desarrollar e Implementar de manera consensuada con la sociedad civil un Plan de Contingencia. Los grandes centros urbanos deben desarrollar modelos que simulen el comportamiento del escurrimiento en función de posibles escenarios futuros. Para estos escenarios se debería contar con un plan de contingencia que, al igual que las obras de infraestructura, debería diseñarse desde la responsabilidad primaria del estado e involucrar de manera articulada a la sociedad civil.
- La Ley N° 14.710[1] de la Provincia de Buenos Aires (B.O. 12/06/2015) creó un nuevo Comité de Cuenca del Río Luján[2] (COMILU) otorgándole mayores facultades que el anterior. Este Comité tiene la facultad para planificar, coordinar, ejecutar y controlar un Plan de Gestión Integral y la administración integral de la Cuenca; planificar el ordenamiento territorial ambiental del territorio afectado a la Cuenca; y promover expropiaciones y relocalizaciones que se ajusten a los fines encomendados[3]. También se creó un Consejo Consultivo Honorario a fin de garantizar la participación comunitaria con la función de asesorar al Comité. Hasta que se apruebe el Plan de Gestión Integral y se realice el ordenamiento territorial ambiental debería suspenderse el otorgamiento de los permisos y revocarse aquellos que autorizan la construcción de urbanizaciones cerradas, en particular las de tipo polderizadas, en la Cuenca. Cabe destacar que en el ordenamiento jurídico argentino rige el principio de que no existe derecho adquirido a dañar el ambiente[4]. Y tal como se reconoce, en los fundamentos del proyecto de ley que dio origen a la Ley N° 14.710, uno de los principales impactos negativos en el comportamiento del régimen de la cuenca es generado por la transformación de los valles de inundación por parte del urbanismo privado sobre los humedales que construyen polders y terraplenes
- Debe realizarse una Evaluación de Impacto Ambiental estratégica y acumulativa[5] de las urbanizaciones cerradas existentes, en particular las de tipo polderizadas, construidas en la Cuenca en las últimas décadas. Esta evaluación deberá analizar si la actual localización de estas urbanizaciones se adecúa al nuevo Plan de Gestión Integral y al nuevo ordenamiento ambiental del territorio que debe aprobarse. Y resolverá qué urbanizaciones deberán ser relocalizadas o cómo estas se harán responsables económicamente de las externalidades negativas que generan.
Ing. María Eva Koutsovitis
Pro-Secretaria del Departamento de Hidráulica de la UBA
Coordinadora de la Cátedra Libre de Ingeniería Comunitaria
Vecinos del Humedal es una de las organizaciones participantes.
1 comentarios :
Las políticas urbanas, hidráulicas y ambientales respecto de la urbanización
de tierras inundables (humedales) fueron mayoritariamente convergentes a los intereses de grandes grupos empresarios. A pesar de los discursos realizados por el Estado , se advierten, en especial en el nivel de gestión provincial (y también en otros niveles), prácticas administrativas de los distintos organismos intervinientes que terminaron convalidando la expansión de las urbanizaciones cerradas sobre rellenos en
tierras de extrema inundabilidad y fragilidad ambiental.(Ríos, Diego. "La privatopía sacrílega. Efectos del urbanismo privado en humedales de la cuenca baja del río Luján. Por Patricia Pintos y Patricio Narodowski en Espacio Abierto . 2012.
Las EIAs autorizadas para estos emprendimientos, son suficientes y se requieren otras herramientas de Gestión Ambiental, como la Evaluación Mlticriterio.
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