Cuenca del Río Luján y Delta del Paraná, la solución es abordar el problema en forma integral
El 27 de octubre se celebró en Argentina el Día Nacional de la Conciencia Ambiental. La fecha fue instituida en 1995, en recordatorio de la tragedia ocurrida el 27 de septiembre de 1993 en Avellaneda. Siete personas murieron intoxicadas por gas cianhídrico, un tóxico formado por la unión de sulfuros y cianuro. También durante las inundaciones de los últimos años al menos 5 personas perdieron la vida en la cuenca del Luján y el Delta Bonaerense.
En diálogo con El Diario de Escobar, la presidenta de la Asociación Ambientalista del Partido de Escobar, Viviana Rebasa, alertó acerca de riesgos permanentes para la ciudadanía local, vinculados con la operatoria en el Puerto Regasificador, ubicado en el km 74,5 del río Paraná de las Palmas, y los efectos nocivos causados por los emprendimientos urbanos en humedales. “La instalación de barrios cerrados en los humedales de los ríos Paraná y Luján, bienes del dominio público natural que pertenecen a todos los ciudadanos, afectan al recurso hídrico, y por lo tanto el abastecimiento del agua que todos necesitamos a diario. Los peligros en este sentido siguen vigentes porque no se ha tomado ningún tipo de medida de recomposición para resolver el daño ambiental ocasionado”, dictaminó.
Por otra parte, Viviana se refirió a los emprendimientos urbanos del distrito que “siguen destruyendo los humedales”.
“Hay dos fallos judiciales federales que ordenaron que no pueden ser autorizados nuevos barrios ni ampliaciones de los que existen en el año 2016, y siguen vigentes porque la Red de organizaciones sociales y vecinos de la Cuenca del Luján y el Delta del Paraná los seguimos sosteniendo. Los emprendimientos inmobiliarios –barrios cerrados y parque industrial de Loma Verde- están destruyendo el recurso hídrico del Delta del Paraná-Luján, que es la principal reserva de agua a nivel nacional tanto de manera superficial como subterránea”.
Sin lugar a dudas la pregunta que cabe hacerse es si alcanza con la conciencia ambiental o ecológica y siempre la respuesta varía según el objetivo que nos propongamos. Pero en general debe advertirse que la sola “conciencia” nunca alcanza para cambiar una realidad. Debe ser puesta en práctica y entonces nos preguntamos por el carácter de estas acciones.
“La solución es abordar el problema en forma integral, como ya hace años lo vienen realizando los expertos a nivel mundial, devolviendo al río lo que es de él, restaurando la estructura geológica del recurso hídrico y los ecosistemas de humedales y bosques asociados a él, asegurando el cauce mayor natural de escurrimiento del agua desde las nacientes hasta la desembocadura, indispensable en épocas de creciente”.
“Si sólo se ejecutan obras sin evaluar sus impactos, como se pretende, sin garantizar que toda el agua que viene desde aguas arriba llegue hasta la desembocadura, puede suceder que surjan nuevos inundados o que los que ya se inundaban en lugar de 1,5 metros tengan 2 o más metros de agua, situación que compromete la propia vida de los vecinos” concluyó Rebasa.
Fuente: El Diario de Escobar
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