La obra busca mitigar el impacto de las inundaciones del río Luján a través del ensanchamiento del Canal Santamaría y la construcción de un nuevo canal aliviador. Con el sedimento extraído en la obra se construirá un camino a través de la Reserva para acceder a terrenos privados.
El lunes 31 de julio el gobierno provincial abrirá la licitación pública internacional para la realización de una obra cuestionada por organizaciones ambientalistas, ya que produciría un fuerte impacto negativo en la Reserva Natural de Otamendi.
En esta obra radican gran parte de las esperanzas del gobierno provincial de reducir el efecto de las inundaciones producidas por desbordes del río Luján, a través del ensanchamiento del canal Santamaría que une el río Luján con el río Paraná, descargando gran parte del exceso de agua en caso de inundaciones.
La obra prevé también la construcción de un segundo canal aliviador que correrá paralelo al ya existente y que cumplirá la misma función de desaguar el Luján cuando desborda. La magnitud de la obra está dada por el monto destinado a ella, que ascienda a 736 millones de pesos, y se construirá en un plazo de 3 años y medio.
La obra recibió la fuerte oposición de diversas entidades ambientalistas, entre ellas los Vecinos del Humedal de Cardales y Río Luján, con el argumento de que una obra que durará mas de 3 años y que implicará el movimiento constante de camiones y maquinaria pesada producirá un gran perjuicio en el ambiente natural de la Reserva de Otamendi, además de afectar el normal funcionamiento de los humedales de la zona, que son el mecanismo ideado por la naturaleza para contener las inundaciones.
El otro gran punto advertido por los ambientalistas es que la misma licitación establece en su documentación que el sedimento removido en la obra será utilizado como relleno para la construcción de un camino a través de la Reserva Natural que llegará al Paraje Los Ciervos.
La existencia de ese camino será de por sí un elemento disruptor de la paz de la reserva, y será la vía de acceso a tierras privadas que quedaron rodeadas por la reserva y que no cuentan con acceso terrestre. En esas tierras, a la vera del canal Santamaría, está proyectada la construcción de un barrio privado de características exclusivas.
Se trata del proyecto Bahías del Paraná, que planea construir un barrio de 107 chacras náuticas de 4500 metros cuadrados cada una, generando un enclave urbanístico en medio de una reserva natural. El proyecto es liderado por la Desarrolladora Brenna, una empresa conocida en la zona por haber impulsado un proyecto similar hacer unos años, que fue abortado por la firme oposición de entidades ambientalistas con el apoyo de la Administración de Parques Nacionales.
Ahora, la iniciativa parece haber cobrado renovados bríos, con el impulso de vientos políticos mas favorables. De cualquier modo, desde que se confirmó públicamente la obra de ampliación del canal Santamaría se han realizado distintas presentaciones judiciales en distintos fueros y jurisdicciones en abierta oposición tanto a la obra, como a la radicación del emprendimiento inmobiliario.
Además, el proyecto Bahías del Paraná choca de frente con un proyecto de ordenanza que está en estudio en el Concejo Deliberante de Campana que dispone la prohibición de todo tipo de construcciones en los humedales del río Luján y el río Paraná en todo el territorio de Campana.
Este proyecto fue presentado por la organización ambientalista Vecinos del Humedal, y fue ingresado en la sesión del pasado 15 junio, con gran repercusión en toda la región por lo avanzado de la propuesta en términos de protección de los recursos naturales y ambientales del distrito.
Fuente: Auténtica Defensa
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