¡SALVEMOS EL RÍO LUJÁN!
Simplemente NO a las construcciones en áreas
inundables
En estos momentos, las máquinas están
trabajando. En las riberas del río Luján, al lado de la Reserva de Pilar, a
escasos kilómetros del partido de Campana, las máquinas viales están arrasando
con toda la vegetación. Responden a un plan del Ministerio de Infraestructura
de la Provincia, con el objetivo de “limpiar” el río y amortiguar futuras
inundaciones.
La medida ha sido muy cuestionada. Las
topadoras no son la solución. La Municipalidad de Campana, por ejemplo, ha
solicitado a la provincia la suspensión de las obras en su territorio.
Y todas las organizaciones civiles de la
cuenca, entre las que nos contamos nosotros, los Vecinos del Humedal, afirmamos que sus efectos no sólo no serán
positivos, sino que dañarán en forma irreversible al río. Las verdaderas causas
de las inundaciones, que este plan trata de solucionar, no están en las
especies que crecen en sus orillas, ni siquiera en los residuos que lo
contaminan. Ha sido el uso indebido de sus costas y valles de inundación, los
rellenos en las zonas aledañas para la construcción de barrios privados, lo que
ha provocado la pérdida del servicio ecosistémico de
amortiguación de inundaciones, llevando a varios municipios a sufrir grandes
riesgos por crecidas del rio, actualmente muy recurrentes y severas.
Sólo
un adecuado ordenamiento territorial, que impida cualquier tipo de urbanización
en los humedales, logrará resultados a largo plazo.
Nos hacemos eco de la nota que la Comisión Asesora
del Comité de Cuenca, a la cual pertenecemos, le envió al Sr Gobernador de la
Provincia de Buenos Aires.
Sr. Gobernador de la provincia de Buenos Aires
Daniel Scioli
En
sus manos está la integridad de los 3000 km 2 de la cuenca del
río Luján
Dos de
los principales ríos de la provincia de Buenos Aires, el Matanza –Riachuelo y
el Reconquista, están tan profundamente dañados que ya casi no son ríos, sino
aguas muertas por la que discurre la contaminación. Poco ha cambiado la
situación de ambos y de sus respectivas cuencas debido a sucesivas gestiones de
gobierno, incluida la suya. La que sí está
cambiando, y aceleradamente, es la del la cuenca del río Luján. Ésta es la
tercera en orden de importancia socioeconómica de la provincia y no queremos
que corra igual suerte que las dos anteriores, pues si bien su situación
ambiental es comprometida aún tiene posibilidades de recuperarse. Todavía
pueden verse tortugas, lobitos de río en sus riberas, pero sobretodo sus
humedales (bañados) aún son enormes reservorios de agua, grandes captadores de
dióxido de carbono y atenuadores de inundaciones, un verdadero tesoro frente a
las amenazas cada vez más cercanas del cambio climático. Sin embargo, su
estado es de un deterioro creciente y las reiteradas inundaciones de los
últimos años son un síntoma de ello. Esto es el resultado de la acción
inoperante y la connivencia de varios de los
municipios de la cuenca y también de organismos provinciales. Han
permitido un gigantesco negocio inmobiliario como es la construcción de
countries y barrios cerrados en áreas inundables, ocupando, incluso, aquellas
que, probablemente, sean de dominio público. Decimos, probablemente, porque
para saberlo con precisión debería haberse delimitado
la línea de ribera, que define el límite entre el espacio privado y público,
tarea incompleta de la provincia y con claro beneficio para los privados. La
operatoria de rellenar el terreno, para elevarlo y poder construir estos
emprendimientos, resta tierras a la planicie de inundación del río lo que disminuye la capacidad de almacenamiento transitorio
del agua y obstruye su paso cuando hay lluvias copiosas. El resultado es el
anegamiento de otras zonas pobladas y los más afectados suelen ser las
personas de más bajos recursos.
Ante la situación desesperante de las personas inundadas cada vez con
mayor frecuencia, se les están ofreciendo desde el Ministerio de
Infraestructura de la Provincia “soluciones” costosísimas y que NO RESUELVEN EL
PROBLEMA. Se está arrasando, en este
momento, con la vegetación de las riberas del río en la zona comprendida
entre las rutas N° 8 y N° 9, con la pretensión de eliminar especies
exóticas como el acacio negro y con ello facilitar la circulación de elementos
extraños (residuos) . Esta obra de “limpieza” es de gran envergadura y amerita,
antes de su realización, una Evaluación de Impacto Ambiental como lo requiere
la normativa vigente.
Sólo sirveN para justificar millonarias obras y HACER ALGO PARA QUE NADA
CAMBIE, sin atender a causas estructurales como la ocupación de terrenos
inundables por URBANIZACIONES PRIVADAS que, aún HOY, continúan construyéndose
ALLÍ.
Para llevar a cabo esta “limpieza” ni siquiera se ha tenido en cuenta
que, actualmente, hay una consultora contratada por SU GOBIERNO que está
llevando a cabo un diagnóstico integral (que incluye aspectos ambientales,
hidráulico y socioeconómicos de la cuenca), que es indispensable antes de
emprender cualquier tipo de obras.
No queremos repetir la triste historia de las otras dos cuencas. DEBEN
SUSPENDERSE INMEDIATAMENTE LAS OBRAS DE “LIMPIEZA” Y OFRECERSE SOLUCIONES
SUSTENTABLES E INTEGRALES PARA LA CUENCA CON EL DIAGNÓSTICO “EN MANO”
ESTÁ EN SUS MANOS DETENER TANTA DESTRUCCIÓN
COMISIÓN ASESORA DEL COMITÉ DE CUENCA DEL RÍO LUJÁN
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