Los "vecinos verdes" reúnen similares características: la mayoría no tiene militancia ambiental previa; planifican convocatorias por las redes sociales y llegan a cientos de vecinos; proponen movilizaciones curiosas para llamar la atención de la prensa y golpean, con insistencia, la puerta de los despachos de los máximos referentes de los municipios.
Los convoca el cuidado de los espacios naturales, y para una gran mayoría, éstos "corren peligro", según afirman, por el atractivo que los terrenos tienen para el desarrollo inmobiliario. O simplemente por su abandono o descuido.
Liliana Leiva tiene 56 años, es apicultora y vive en Tigre. Ella lucha porque se conserve un predio lindero al Delta, donde quiere realizarse un emprendimiento inmobiliario. "La conciencia la adquirí al ver cómo las actividades que desarrollamos los seres humanos en muchos casos tienen consecuencias destructivas para la naturaleza. A pesar de que hemos sufrido amenazas y procesamiento contra algunos compañeros de nuestra organización, y también persecución por parte de las autoridades municipales de Tigre, no sentimos temor. Sentimos que nuestra protesta es genuina", cuenta Liliana.
Marcha conjunta
Además de Tigre y San Isidro, se inscriben distintas asociaciones que han ganado notoriedad por la defensa de predios en Vicente López, Avellaneda, Aldo Bonzi, Bernal, Quilmes y Monte Grande, entre otros (ver infografía). Un mes atrás, muchos de ellos se concentraron en el Obelisco de la ciudad, con una consigna: "Defendamos la costa, a toda costa". Marcharon desde el Norte y desde el Sur y hasta el ícono porteño.Martín Farina, de 26 años, estudió Paleontología en la Universidad de Buenos Aires, y es colaborador en el Museo de Ciencias Naturales. Este joven vecino, que es adiestrador de perros, desde chico se interesó por la protección del medio ambiente. "Desde que era muy pequeño, tenía especial interés en las causas ambientales. Cuando me enteré de que corrían peligro los humedales de la laguna de Rocha, comenzamos a reunirnos con vecinos y salimos a cuidar una zona natural amenazada con varios proyectos que hoy no se concretaron", dijo Fariña, que vive en Monte Grande. Y agregó sobre los logros que consiguieron: "En mayo de 2010, gracias a varias intervenciones públicas, se logró revertir la zona industrial de 2008 y quedó la laguna en el estado inicial. También frenamos, en dos oportunidades, el cultivo ilegal de soja, que traía aparejada una violenta fumigación sobre barrios densamente poblados".
Publicado por Diario LA NACION
http://www.lanacion.com.ar/1471027-vecinos-verdes-a-la-defensa-de-la-costa
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