(Nota publicada en La Semana Ya de Los Cardales)
Desde que se conoció la noticia de un megabarrio que se va a instalar en el corredor de la Ruta 4, proyectando una población de 40.000 personas y destruyendo los humedales del Río Luján, he escuchado distintas opiniones sobre este tema, pero la que más me ocupa y quisiera poner en tela de juicio es la idea de que «el progreso es inevitable». En primer lugar: ¿qué entendemos por progreso?, y en segundo lugar: ¿quién nos hace creer que es inevitable?.
El concepto de progreso significa «la existencia de mejoras en la calidad de vida». Los invito a que les pregunten a los primeros habitantes de Pilar, Escobar, Tigre, Moreno, y muchas otras localidades, cuál fue la verdadera calidad de vida que les trajeron los countries y megaurbanizaciones. Creo poder responder algunas: inseguridad, asentamientos en las periferias de los barrios, tránsito caótico, etc.
Si vinimos a buscar tranquilidad y una buena calidad de vida en Los Cardales ¿les parece que la instalación de un megabarrio nos lo va a brindar? ¿Cómo van a proteger lo más importante que nos brinda este lugar? Destruir un humedal, tan importante para el ecosistema ¿es progreso?, ¿mejora nuestra calidad de vida? Los invito a que visiten el blog: www.loscardalescontraurbanización. Blogspot.com, y vean cuál es la importancia que tiene un humedal.
Considero necesario que antes de repetir la palabra progreso nos informemos bien de cuáles serán las consecuencias ecológicas, sociales y culturales que van a impactar inevitablemente en nuestro querido Cardales. Temo que los que creen que esto es mejor para el pueblo se llevarán una sorpresa, porque el proyecto, según las publicaciones, tiene previsto tener todos los servicios y comercios dentro del megabarrio; en consecuencia, nuestro pueblo y sus alrededores se van a transformar en barrios periféricos, tal vez poblados con gente del conurbano que tienen otros valores, costumbres e intereses muy diferentes a la población actual.
Por otro lado, personalmente pienso que nos instalan lentamente esta creencia de que es inevitable para que nos convenzamos que, hagamos lo que hagamos, no servirá de nada; conclusión, vemos resignadamente cómo nos arrebatan la paz, la seguridad, la naturaleza, el ambiente familiar, la alegría. Esta estrategia nos viene anestesiando desde hace décadas y lo único que atinamos a hacer es quejarnos de nuestros gobernantes, de la policía, de nuestros funcionarios corruptos, del clima que está loco, etc.
Si no están de acuerdo, opinan distinto o quieren saber más detalles del emprendimiento, tienen el derecho de poder hacerlo; porque es mentira que es inevitable. Tenemos la libertad como ciudadanos de informarnos y oponernos, si es necesario, a cualquier proyecto que atente contra la calidad de vida que vinimos a buscar. Si bien todos sabíamos que, tarde o temprano, Los Cardales y el corredor de la Ruta 4 iba a poblarse de barrios privados, personalmente nunca imaginé que pudiera surgir semejante emprendimiento.
Somos parte de un país en que vivimos mirando hacia fuera; capitalicemos en positivo esta costumbre y copiemos a otros países y organizaciones de todas partes del mundo para concientizarnos sobre las consecuencias de la destrucción de bosques, contaminación de ríos, emanación de monóxido de carbono, etc.
Creo que esta es nuestra oportunidad de informarnos y actuar en consecuencia, para que no nos quiten el Cardales que conocimos y que hoy por hoy podemos disfrutar. Está en nosotros poder detener o modificar esto, y no creer que «no se puede». Seamos conscientes que somos responsables de nuestro destino. Por mi parte, voy a defender y proteger mi calidad de vida y asegurarles el mejor futuro a mis hijos. De nosotros depende.
http://lasemanaya.com/%c2%bfprogreso-inevitable/
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