¿Por qué vivis en Cardales?

 (Nota publicada en "La Semana" de Los Cardales)
¿Porque aquí vivieron tus padres y abuelos? ¿Porque acá te ofrecieron trabajo? ¿Porque elegiste este lugar para instalarte y criar tus hijos, dejando atrás años de transitar el cemento? ¿Por el silencio? ¿Por los pájaros? ¿Por las siestas inmóviles del pueblo? Lo que no dudo es que vos, como yo, de familia nativa o inmigrante, vivís acá porque querés, porque Cardales es Cardales, tu lugar en el mundo.
¿Te irías a vivir a pleno centro de la ciudad? ¿Está en tus planes compartir los próximos años con el humo de los motores, las calles congestionadas, el estruendo urbano, la invasión de las multitudes? ¿No? Entonces, ¿Por qué vamos a permitir que nos traigan la ciudad acá?
Un nuevo megaemprendimiento urbano, presentado como «el más grande de Sudamérica», se ubicará en las 1.000 hectáreas que desde el Barrio Santa Brígida se extienden hasta las márgenes del río Luján y las cercanías del pueblo Los Cardales. Según los trascendidos, por supuesto. Ya que los vecinos de la zona estamos esperando –y pasaremos a exigir– los detalles del proyecto que todas las municipalidades involucradas les deben ofrecer a sus habitantes.
Según diversas fuentes, todas extra-oficiales, esta nueva urbe, injertada a presión en una zona rural, hasta ahora habitada sólo por la flora y la fauna típica de los humedales pampeanos, implicará la construcción de vías de acceso directo a Pilar, la fabricación de viviendas, centros comerciales, hospitales y escuelas para 40.000 personas. En lo inmediato supone el arribo forzoso de 6.000 trabajadores apenas comiencen los movimientos de suelo. Sí, 6.000. ¿Confirmará el próximo censo que esa es la cantidad aproximada de habitantes estables del pueblo?
¿Dónde se instalará esa gente? ¿De dónde vendrán? ¿Por dónde se está planeando que accedan a las obras los camiones con materiales, las enormes máquinas viales que serán necesarias? ¿Han pensado en un acceso directo desde la Panamericana o será nuestra doméstica Ruta 4 la que deberá soportar semejante invasión?
Como ves, no puedo plantear más que preguntas. Ninguna respuesta.
En realidad, yo hubiera preferido –seguramente vos también– que las autoridades nos pregunten a los vecinos, a toda la comunidad involucrada, qué opinión nos merece esta idea antes de que sea una realidad consumada. Está en juego nuestro futuro, el de Cardales, el de cada uno de los barrios que lo rodean. La identidad de este lugar, que soñábamos conocieran nuestros nietos.
Estamos a tiempo. Hagamos valer nuestros derechos como ciudadanos. El pueblo quiere saber de qué se trata.


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